15.3.12

Retoño

Yo
sumida en mis banalidades cotidianas
enfrascada frente al monitor
tecleando ñoñerías, pavadas varias.
Él
se despide desde la cama:
hasta mañana mamá.
Me lo dice para hacerme sentir culpable
estoy segura.
Minutos antes me pidió que me quede un ratito con él
hasta lloriqueó un poco.
Ahora, como antes, le respondo ofuscada
que ya voy, pero dormite que es tarde.
Vuelvo a concentrarme
en las estupideces virtuales
de todas mis noches.
Tremenda manera de perder el tiempo
que pasa impiadoso
y miro la hora
y me asombra lo tarde que es
y me lamento
y refunfuño
y apago la pc
y me voy a acostar
pero antes paso a verlo
y claro, ya está dormido
plácido, profundo
tan chiquito
tan hermosos sus cachetes
su boquita semiabierta
sus rulos
la sábana enredada en las piernas.
Intento arroparlo sin molestarlo.
Fracaso.
Perdoname que te desperté
seguí durmiendo, corazón.
No importa, podés despertarme.
Me mira apenas, me sonríe
se da vuelta, se acomoda
sigue durmiendo como si nada.
Y ahora sí
me siento culpable.
Pero también infinitamente feliz.
Gracias al universo que te tengo.