17.12.11

Navidad con los muertos

Manera extraña de festejar la Navidad, o la Natividad, el nacimiento. Lo festejan recordando la muerte. Un pequeño árbol se yergue sobre la explanada de los Tribunales paranaenses. Cuelgan de él fotos de muertos. Y lo que se supone festejo, se transmuta en dolor de lo irreversible y de reclamo.

No son más de diez. En sus remeras también hay fotos de muertos. Son los parientes que han quedado vivos para recordar a sus hijos, hermanos, parientes, todos asesinados.

El árbol, viejo y vencido, está sólo, olvidado a un costado. Los parientes forman una ronda y hablan entre ellos. Varios le dan la espalda. Me acerco y les pregunto porqué están allí. Ninguno se ofrece a decirme y nombran a uno. Le pregunto porqué es la última vigilia del año. “Ellos entran de feria, por eso tenemos que volver en marzo”.

Me impacta que por un par de meses no se manifiesten, que no se queden noches enteras allí porque no haya nadie a quien reclamar, y que continúe el contraste entre los funcionarios judiciales, invisibles, adentro en sus oficinas, perdidos entre anaqueles de libros, con sus secretarias, pensando en enero y en sacarse el traje; mientras que los vivos, poniendo el cuerpo afuera, reclamando a todos y a nadie, a “la Justicia” ninguna cara, con el árbol viejo adornado de fotos viejas. Todo el tiempo el contraste.

No conecto con la mirada del hombre que me habla. Lleva anteojos de sol: también la mirada es de luto. Me cuenta que hace siete años mataron a su hijo Dante, que al culpable lo condenaron a tres años hace poco, pero que con las vivezas procesales el tipo sigue suelto. “La gente de la Justicia seguro que no puede armar un árbol de Navidad. Sus conciencias no los dejarían”. Me extraña la manera en qué trata de decirme que no pueden vivir en paz. Al árbol sí lo arman los jueces y le ponen todo el fasto de su clase social. Creo. Me gustaría ver a uno que no lo haya hecho por la aguja de la conciencia.

“Sabemos los hijos que perdimos”, dice el papá de Dante. Como un reflejo miro el árbol y busco la foto. Qué manera extraña de celebrar un nacimiento: recordando a los muertos.

Autor: Fernando López


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